Tras realizar una laboriosa, cuidada y creativa restauración, la antigua granja, ha vestido sus espacios esculpidos por la piedra, madera y paso del tiempo, conservando esa atmósfera acogedora que nos transporta a un ayer donde aún olía a leña y tierra mojada.

Con buena dosis de intuición decorativa, ayudada de muebles y complementos recuperados del pasado la granja se ha recuperado para el turismo rural, situada en una finca (con huerta, pinar, almendros… y el pueblo al fondo), asegurando el ambiente más íntimo del que poder disfrutar, donde la tierra descansa silenciosa después de la cosecha.

Ambiente

Alojamiento

Con capacidad para 12 – 14 personas, cuenta con seis habitaciones dobles y una de ellas es un apartamento anexo, todas ellas diferentes entre sí, creando ambientes diversos, con techos abuhardillados, calefacción y baño completo, en cada habitación. Originando un conjunto de singular atractivo y calidez. Cuenta con un acogedor y espacioso salón con chimenea, enorme comedor y un porche con zona ajardinada .

Completa la casa una gran sala de juegos que dispone de billar, futbolín, juegos de mesa, una sala de lectura (televisión y equipo de música) y otro salón comedor con enormes ventanales.